viernes, 4 de enero de 2013

Por qué es tan difícil que Hamás y Fatah formen un gobierno de unidad nacional

Los dos principales partidos palestinos, el grupo islamista Hamás; y el moderado Fatah, han estado divididos desde que en el año 2007 la Guerra Civil en Gaza dividió el gobierno de Palestina en dos: la Franja de Gaza ha estado controlada por Hamás, mientras que Cisjordania ha estado en manos de Fatah.

Durante los últimos años ha habido varios intentos para reconciliar ambos grupos y formar un gobierno de unidad nacional. Nunca han estado más cerca de conseguirlo como en las últimas fechas pero hay  factores que dificultan enormemente que sus líderes lleguen a establecer un gobierno conjunto.

Reconocimiento de Israel. 

La Organización para la Liberación de Palestina (OLP) renunció a la violencia a la lucha armada en 1988. Además, reconoció en 1993 el derecho de Israel a existir en paz y las Resoluciones 242 y 338.

Desde entonces, la OLP ha estado gobernada por aquellos que mandaban en Fatah y estos, además, han sido quienes han dirigido la Autoridad Nacional Palestina (ANP) como entidad administrativa. Primero fue Arafat y a su muerte llegó Mahmoud Abbas.

Como partido político, Fatah no ha reconocido la existencia de Israel pero las negociaciones de paz siempre han estado dirigidas por sus líderes a través de la OLP,  trabajando por la creación de dos Estados para dos pueblos. Por ello, Fatah es una organización que en la práctica reconoce que el futuro Estado palestino tendrá que convivir junto con el Estado de Israel.

Hamás no es miembro de la OLP, no reconoce el derecho de Israel a existir y, por ello, reclama todo el territorio comprendido por el Estado judío, Cisjordania y Gaza como tierra palestina. Por lo tanto, la existencia de Israel es un punto de distensión básico entre ambas organizaciones.


Lucha armada.

Fatah renunció al terrorismo en 1988 y la OLP, dirigida por Fatah, rechazó a la lucha armada durante la firma de los Acuerdos de Oslo. Sin embargo, Fatah ha mantenido milicias como los Mártires de Al-Aqsa operativas pero la actividad de este grupo contra civiles israelíes ha sido nula desde la Segunda Intifada. Fatah aboga por las negociaciones como método para conseguir la paz mientras que Hamás no muestra ninguna ambigüedad sobre su defensa de la lucha armada como método para conseguir sus objetivos. 


Liderazgo. 

Ya he comentado varias veces lo debilitado que está el liderazgo de Abbas como presidente de la ANP:

  • Poco carismático. Siempre comparado con Arafat.
  • Ignorado en las negociaciones de paz durante la operación Pilar Defensivo.
  • Dirige un partido corrupto y de mayores.
  • Falta de legitimidad democrática debido a que las elecciones presidenciales tenían que haberse realizado hace dos años.
  • Ha dado signos de renuncia al derecho de retorno.
Sin embargo, la victoria política conseguida en Naciones Unidas ha mejorado notablemente la popularidad de su figura. Abbas está en la cresta de la ola y sabe que tiene que seguir dando pasos adelante para afianzar su liderazgo. Ahora, la comunidad internacional y la sociedad palestina piden que se celebren elecciones.

Pero la popularidad de Hamás también ha aumentado debido a que el reciente conflicto en Gaza ha sido percibido como una victoria militar por parte de la población palestina. De hecho, una encuesta señala que Hamás ganaría las elecciones generales si se celebraran a día de hoy.

Abbas no quiere jugarse su puesto de presidente en unas elecciones, por lo que hará todo lo posible por formar un gobierno de unidad nacional con Hamás y, así, su partido mantendría parte del poder.

Sin embargo, el grupo islamista está dividido en ese tema. Por un lado, el líder de Hamás Khaled Meshaal, quien vive en el exilio, visitó Gaza a principios de diciembre y abogó por la creación de un gobierno de unidad nacional con Fatah. Pero los líderes de Hamás en Gaza no piensan igual, ya que podrían pasar a un segundo plano en caso de que se formará un gobierno dirigido por ambas facciones políticas.

Mientras que Meshaal ha estado viviendo en hoteles en Líbano y Siria, los de Gaza han estado luchando contra el enemigo sionista (según dicen ellos) durante años, por lo que no están dispuestos a quedarse fuera de juego.

Khaleed Meshaal

Un ejemplo claro de esta división es que Meshaal apoyó la candidatura palestina ante Naciones Unidas mientras que Ismail Haniyeh, el líder de Hamás en Gaza, no la secundó porque supondría reconocer un Estado palestino "sólo" dentro de las fronteras del 67, según sus propias palabras.

Es difícil que ambas facciones dentro de Hamás lleguen a un acuerdo sobre la formación de un gobierno con Fatah, por lo que la opción más factible es que se acaben celebrando elecciones.

La creación de un gobierno de unidad, dependerá más de la capacidad de liderazgo de Meshaal desde fuera de Gaza más que del poder de negociación de Abbas frente a Hamás, el cuál a día de hoy es prácticamente nulo.