domingo, 16 de septiembre de 2012

Gilad Shalit o cuando un soldado israelí es intercambiado por 1.027 prisioneros palestinos

Gilad Shalit en un póster de
Hamás en Nablus
Gilad Shalit tenía 20 años cuando fue secuestrado. Como todo joven israelí, hacía un año que había comenzado su servicio militar como soldado de las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel) y servía en una base israelí cerca de la franja de Gaza. El 25 de junio de 2006, militantes de las brigadas Al-Qassam de Hamás, los Comités de Resistencia Popular y un grupo llamado Ejército del Islam cavaron un túnel desde Gaza hasta la parte trasera  de la base y atacaron. Durante el enfrentamiento, dos militantes palestinos y dos soldados israelíes murieron. Con el ajetreo, Gilad se rompió la mano izquierda y fue secuestrado por los grupos palestinos.

Al día siguiente, Hamás publicó una foto y emitió un comunicado en el que ofrecían al joven soldado a cambio de que Israel liberarse a todos los prisioneros palestinos menores de 18 años y todas las mujeres. Sin embargo, Gilad no era el primer soldado israelí que había sido secuestrado. Ya en 1994, Nachson Wachsman fue capturado durante 6 días por Hamás. En aquella ocasión, el gobierno israelí decidió rescatarlo pero Wachsman fue asesinado por uno de sus secuestradores cuando el comando israelí descubrió el escondite. 

De cualquier manera, Israel intentó jugar de nuevo esta carta antes que tener que negociar. Por lo tanto, un comando de las FDI entró en Gaza tres días después, el 28 de junio de 2006, pero no tuvieron suerte en la búsqueda. Lejos de encontrar a Gilad, la incursión en Gaza hizo que Hamás elevara sus demandas pidiendo a Israel la liberación de otros 1.000 presos además de las mujeres y menores de 18 años.

Inicialmente, el primer ministro israelí, Ehud Ólmert, descartó iniciar negociaciones. Sin embargo, las conversaciones comenzaron en septiembre de 2006 con Egipto negociando en nombre de Israel con Hamás 

El 25 de junio de 2007, justo un año después de ser capturado, Hamás publicó una grabación de audio en la que Gilad pedía a Israel que aceptara el cambio de prisioneros y criticaba la falta de interés del gobierno en su caso. Además, indicaba que su salud se estaba deteriorando y necesitaba atención hospitalaria por un largo periodo de tiempo. Pero, ¿era esta realmente la voluntad de Gilad? Algunos comentaristas israelíes comentaban que parecía estar leyendo una nota y su hebreo sonaba un poco raro, como si estuviera torpemente traducido del árabe.

En cualquier caso, la grabación impacto a la sociedad israelí y la familia de Gilad comenzó a tener mayor atención por parte de los medios.

Sin embargo, el punto de inflexión llegó en 2008 tras la vuelta a Israel de los cadáveres de los soldados Ehud Goldwasser y Eldad Regev capturados por Hezbollah en 2006. A cambio, Israel liberó a 5 militantes del Frente por la Liberación Palestina (no confundir con la OLP). La familia Shalit se dio cuenta de que si querían recuperar a Gilad, tendrían que aumentar su presencia en medios de comunicación para presionar al gobierno. Por lo tanto, acudieron a la compañía Rimon Cohen Sheinkman para crear una campaña de comunicación para la organización Free Gilad.

Al igual que durante el 15M en España, hubo marchas, manifestaciones, acampadas, caretas de Gilad al estilo anonymous y protestas todos los viernes frente a la casa del primer ministro. Estas actividades no siempre estuvieron organizadas por la familia ya que también muchos israelíes comenzaron a actuar de manera independiente para la liberación del soldado. Se produjo una fuerte unión emocional entre el caso de Gilad y la sociedad israelí ya que todos los jóvenes de 18 años tienen que pasar el servicio militar. Toda familia israelí tiene algún miembro que sirve, o ha servido, en el ejército. Por ello, una amplia parte de la sociedad sentía el caso de Gilad como propio. Le pasó a él, pero le podría ocurrir a cualquiera. 

Pero para conseguir a Gilad había que pagar un alto precio. Hamás pedía 1.027 prisioneros a cambio de uno. La lista incluía algunos de los fundadores de las brigadas de Al-Qassam y palestinos involucrados en algunos los peores ataques en Israel. Por ello, parte de la sociedad israelí se opuso al  intercambio ya que consideraban que la liberación de esos presos reforzaría a los grupos islamistas convirtiéndose una amenaza para el Estado de Israel. 

Sin embargo, las encuestas señalaban que un 79% de los israelíes apoyaba el trato y finalmente el 18 de octubre de 2011, después de cinco años, Gilad Shalit y 447 prisioneros fueron liberados para jubilo palestino e israelí. Los otros 550 presos palestinos salieron de la cárcel en diciembre.

¿Y quién ganó con todo esto? ¿Los palestinos? ¿Los israelíes? Lo cierto es que ambos ganaron. Por un lado la sociedad israelí realmente quería de vuelta a Gilad. Por el otro, 1.027 palestinos volvieron a  casa con sus familias. Sin embargo, posiblemente el gran vencedor fue Hamás frente a Fatah. El mensaje que quedó en Palestina es: "mientras que con Fatah hemos estado muchos años y seguimos igual, con Hamás hemos recuperado a 1.027 de los nuestros".

Aquí un reportaje fotográfico fantástico de boston.com sobre el intercambio de prisioneros que por motivos de copyright no puedo poner en el post.

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